Cualquiera que haya bebido café sabe cómo la temperatura puede afectar el sabor: si hace demasiado calor, te quemará la boca; demasiado frío y apenas vale la pena beber. Según una estimación, solo tienes 37 segundos para disfrutar la infusión en un nivel ideal de calidez. "Eso no tenía ningún sentido lógico para mí", dice Clay Alexander, CEO y fundador de Ember Technologies, con sede en Los Ángeles. Entonces inventó una solución: la taza Ember de acero inoxidable. Reforzado con revestimiento de cerámica blanca, mantiene el café o el té a una temperatura precisa, desde 120 ° F a 145 ° F, configurada a través de una aplicación, durante aproximadamente una hora por sí mismo y durante un tiempo ilimitado en su platillo de carga. Es el segundo en la serie de dispositivos inteligentes de consumo de Ember, después de un vaso de control de temperatura el año pasado. Y puede estar listo para convertirse en un elemento básico de escritorio: la taza se lanzó el 9 de noviembre y ya se está vendiendo en 4,600 tiendas estadounidenses de Starbucks .
