Este año el cementerio de Talca en Chile ha congregado a nada menos que cinco mil personas en una curiosa tradición de fin de año que tiene ya más de 30 años de vida.El 31 de diciembre de 1988, la familia del difunto Julio Opazo, un antiguo funcionario del cementerio, quiso brindar por el año nuevo que entraba junto a la tumba de su ser querido. Para ello, traspasaron la tapia del cementerio municipal de Talca con flores, velas licores y una radio portátil para amenizar la noche.Desde aquella fecha y extra-oficialmente más y más familias se fueron sumando a esta curiosa costumbre y en 1998 optó por legalizar este “acto amoroso- vandálico” y permitir el acceso al cementerio el 31 de diciembre desde las 23:00 horas.
Celebración de Año nuevo en Rumanía. En algunos lugares hombres y mujeres, disfrazados de osos, bailan por las calles para dar la bienvenida al Año Nuevo. Acompañados por tamborileros y un “domador de osos” que canta, la danza del oso tenía la intención de ahuyentar a los malos espíritus. Sus orígenes provienen de cuando los gitanos locales, también conocidos como los Roma, descendían a las ciudades desde los bosques en los que vivían y traían con ellos osos auténticos. Según la leyenda, si un oso entra en la casa, la buena suerta está echada.
El osoji o la limpieza de fin de año. Durante las semanas previas al fin de año, los japoneses dedican buenos esfuerzos a hacer una limpieza exhaustiva de sus casas; es lo que se conoce como osoji (???) o ‘gran limpieza’.La razón detrás de esta gran limpieza no es simplemente la de limpiar la casa para comenzar el año en una casa limpia y ordenada. El osoji tiene evidentemente un componente espiritual y metafórico: al limpiar la casa físicamente es como si se limpiase también el alma y la vida de sus habitantes y se puede comenzar así el año nuevo desde cero, purificados, limpios física y espiritualmente.Así pues, la limpieza del osoji es exhaustiva y cubre especialmente rincones y áreas que se han ido dejando de lado durante la limpieza diaria y semanal, en un intento de limpiar concienzudamente todos los rincones de la casa y comenzar el año “de buena manera”. También incluye pagar deudas o facturas pendientes y básicamente hacer todo aquello que tengas pendiente antes de terminar el año.Como apunte final, comentar que el osoji no se realiza sólo en las casas, sino que también se lleva a cabo en oficinas, escuelas, despachos y hasta en pequeñas tiendas y locales.
El futuro en el estaño fundido. Una tradición finlandesa muy divertida es la de derretir el estaño. En una pequeña sartén se funden herraduras en miniatura, que luego se vierten en un cubo de agua fría. Cuando el estaño cae en el agua, se enfría, y al instante se vuelve a solidificar. Las sombras de las extrañas figuras resultantes son interpretadas para predecir la futura salud de la persona, su riqueza o su felicidad. Siempre que he participado en este tipo de adivinación he recibido únicamente noticias positivas, igual que todos los presentes, ahora que lo pienso.
La Nochevieja brasileña se llama Reveillon y la más espectacular es la de Río de Janeiro, después de su mundialmente conocido carnaval, donde se reúnen miles de personas vestidas de blanco o de amarillo (símbolo de prosperidad y dinero) para ver la espectacular pirotecnia. Se trata de una multitudinaria fiesta de Noche Vieja que se organiza en la playa de Copacabana a la que acuden alrededor de dos millones de personas para dar la bienvenida al Año Nuevo.donde los fieles de los cultos afrobrasileños rinden tributo y entregan ofrendas a la orixá Yemanjá, deidad de las aguas y ‘madre de los peces’, que vive entre las olas. Existe la creencia de que si saltas siete olas puedes pedir un deseo por cada una de ellas y la diosa te los concede.
Tirar los muebles viejos. Esta tradición para fin de año es de origen italiano: si quieres ahuyentar el mal de ojo, tira por la ventana de tu casa algún mueble viejo... ¡sólo si vives en una planta baja!
Diente de ajo. Poner un diente de ajo dentro de la cartera justo después de las campanadas es una de las tradiciones que prometen atraer el dinero durante el nuevo año.
Quemar calendarios. Esta tradición tiene sus riesgos, pero parece que si quieres tener buena suerte durante el nuevo año tienes que quemar un calendario dentro de casa. ¡Mejor si es de bolsillo!
Limones. Y si lo que queremos es ahuyentar la soledad, la tradición dice que debemos poner tres limones verdes en cada habitación de nuestra casa a lo largo del día 31 y retirarlos al medio día del 1 de enero.
Canela en rama. Los que buscan recibir el año con paz y tranquilidad y purificar su casa deben hervir siete varas de canela en rama durante media hora antes de fin de año y dejar que toda la casa se impregne del buen olor.
Nuez regalada. Si no quieres que falte dinero en casa durante el próximo año, la tradición manda: pon una nuez regalada dentro del azucarero y mantenla ahí todo el año.
Pasear la maleta. Si lo tuyo es viajar y quieres darte un respiro el próximo año la solución es sencilla: date una vuelta por la casa con una de tus maletas y colócala después junto a la puerta hasta que entre el nuevo año.
Una lenteja. Una de las tradiciones más antiguas afirma que, si se desean alimentos en abundancia durante el próximo año, hay que meter una lenteja en la copa con la que se brinda
Abrir las ventanas. La tradición dice que si quieres deshacerte de la energía negativa de tu casa debes abrir todas las ventanas de la habitación donde recibas el año nuevo.
Dinero en los zapatos. Otro método para atraer prosperidad y una buena economía familiar es meter dinero en los zapatos justo antes de tomar las uvas.
Encender velas. Hay quien dice que encender velas de color azul durante el cambio de año trae paz; si son amarillas tendremos abundancia; las rojas traerán pasión; las blancas, claridad; y las anaranjadas, inteligencia.
Oro en la copa. Para no tener problemas económicos el año que entra hay que poner un anillo, pulsera o cualquier joya de oro dentro de la copa con la que se brinda.
Buenos deseos. Los más supersticiosos afirman que hay que escribir tres deseos en un trozo de papel antes de las 12 campanadas y pisarlo con el pie derecho durante el cambio de año. Después habrá que quemar el papel con una cerilla y dejarlo arder en un cenicero. Según la parte de papel que se queme, se cumplirán uno, dos o los tres deseos.
Ropa interior roja o amarilla. Aunque el origen de la tradición se desconoce, lo cierto es que muchos piensan que vestir ropa interior roja la última noche del año trae buena suerte y sirve además para encontrar el amor. Hay quienes lo llevan más lejos y afirman que si la ropa es amarilla se conseguirá prosperidad, y que si se lleva puesta del revés compraremos mucha ropa nueva el próximo año.
Uvas de la suerte. La tradición de comer 12 uvas al tiempo que suenan las campanadas señalando los 12 últimos segundos del año es bastante reciente. Su origen está en Alicante en 1909, año en que los viticultores la iniciaron para dar salida a un excedente de cosecha. Se dice que comérselas trae suerte, y la tradición está ya tan arraigada que ahora se comen unos 500 millones de uvas cada fin de año en todo el mundo.